En la naturaleza hay 2-3 generaciones por año. En primavera los adultos inician la puesta (aproximadamente 20 huevos por día). Los huevos son puestos separadamente o en grupos sobre tallitos (0,7 mm de longitud) en el envés de la hoja. Después de 3 días, se desarrolla el primer estadio larval y más tarde las fases larvarias 2 y 3. El tercer estadio larval es el más importante para el control biológico, consumen un 80% de la cantidad total de alimento. Su longitud es de aproximadamente 8 mm y consume hasta 50 áfidos por día (total ± 600 áfidos). No en vano recibe el nombre de “león de los pulgones”. 16 días después de la oviposición, la larva pasa al estadio de pupa. A las 2 semanas posteriores el adulto eclosiona.
Las larvas de Chrysopa carnea se pueden introducir en hortalizas, ornamentales y frutales para controlar diferentes áfidos. Las larvas se alimentan también de trips, araña roja, mosca blanca, pequeñas orugas, huevos de lepidópteros y cochinilla algodonosa.
Chrysopa puede instalarse en cultivos con altas variaciones de temperatura y húmedad relativa. Es necesario que la presa esté cercana a las primeras sueltas. Por lo tanto es importante hacer las sueltas de Chrysopa cerca de los focos de pulgón. De todos modos, las larvas son capaces de desplazarse 4-5 km durante todo la duración de su estadio larval.
Las larvas trabajan inmediatamente. Se puede tratar los focos o todo el invernadero. Si los focos son tratados de forma perventiva, la posibilidad de una infestación completa del cultivo será menor. Sin embargo, no cabe esperar formar una población de estos insectos con crisopas. Pues una vez alcanzan la edad adulta, suelen salir del invernadero.